Razones y racionales.
Esto forma parte de una conversación que se quedó a medias, pero me gustaba cómo estaba quedando y he preferido dejar constancia escrita para que no se pierda en el limbo de los datos.
Sabéis que mi tesis fundamental acerca de la Vida, el Universo y Todo lo Demás es que a veces pasan cosas. En concreto, a veces las personas humanas (y algunas que no merecen ese calificativo) hacen o piensan cosas (o dejan de hacerlas o de pensarlas).
Esas cosas que hacen o piensan, a veces las consideramos "normales" y no les damos mayor importancia (como a todo lo que consideramos "normal"). Otras veces nos parecen estupendas, y tampoco solemos cuestionarlas. Pero en ocasiones, pueden parecernos actitudes inapropiadas, estúpidas, o incluso hijoputadas.
Algo en lo que estaba pensando esta noche, al trapo de la conversación, es que detrás de un comportamiento que nos parece mal, se pueden esconder una serie de razones que para el sujeto agente no sólo tienen lógica, sino que además es la opción más correcta que él cree que puede tomar.
En ocasiones, detrás de una actitud "inmoral" sólo se encuentra un comportamiento inteligente. Inteligente no es incompatible con egoísta. Creo que estaremos todos de acuerdo si propongo que, estando en un barco que se hunde, es inteligente intentar ponerse a salvo en cualquier trozo de madera que flote. ¿Es egoísta no intentar auxiliar a otros náufragos? También, pero eso no entra en conflicto con la actitud de tratar de salvar tu propia vida.
Por el contrario, hay modos de comportamiento que, por muy loables que nos parezcan, son bastante estúpidos (amén de causar graves perjuicios a la persona que los ejecuta). Por ejemplo, las noticias tantas veces repetidas de varias personas muertas al caer en un pozo séptico por intentar rescatarse unas a otras.
Una persona inteligente podría pensar: "Bien, se ha caído una persona a un pozo con altas concentraciones de un gas venenoso; intentar rescatarla por mis propios medios, muy escasos, supondrá mi muerte segura: no merece la pena que donde sólo es necesario que haya muerto una persona, tengan que morir dos".
De nuevo, vuelve a ser un comportamiento que tildaríamos de egoísta. Sobre todo si sólo observáramos desde fuera a esa persona cruzada de brazos ante el pozo.
Quizá si le diéramos la oportunidad de explicar por qué el náufrago de la historia anterior no ha intentado auxiliar a los otros que se estaban ahogando, nos respondiera que es un ser insensible sin escrúpulos a quien no le importaba una mierda lo que le ocurriera a los demás. O puede que sintiera miedo... o que ni siquiera él sabía nadar, y que se ha salvado por pura suerte. Seguiría siendo egoísta, muchos seguiríamos considerando que está mal no haber intentado hacer nada, pero al menos ya sabríamos un poco más acerca de qué le ha impedido comportarse de la forma que entenderíamos como correcta. Por muy en desacuerdo que estemos, o por mucho que nosotros hubiéramos hecho otra cosa en su lugar (puede que hundirnos por un estúpido arrebato de tratar de salvar a alguien sin saber nadar).
Esto tiene mucho que ver con el tema de la comunicación interpersonal (y a veces también con la intrapersonal), pero es otra historia que dentro de no mucho estará disponible en un blog que probablemente no estéis buscando.
Por dejarme de abstracciones y poner un ejemplo cercano, por mucho que yo considere que ciertos profesadores (o procesores) tienen una serie de reglas harto estrictas e intente que recapaciten sobre ello y cambien su percepción de la asignatura, no significa que no piense que están siendo coherentes con su forma de entender el asunto y que me parezca lógico que se comporten así.
Buenas noches, amigas y amigos.