jueves, abril 21, 2005

La excusa perfecta

Aunque mucha gente no se da cuenta, cosas tan sencillas como un cumpleaños pueden ser la excusa perfecta para decirle a alguien lo mucho que te importa; no hablo de pomposos regalos, ni de hermosas palabras hilvanadas con la suave musicalidad de la prosa poética, sino de algo bastante más profundo.

Todos necesitamos que los amigos nos hagan de vez en cuando una caricia emocional, un PING cariñoso que nos demuestre que siguen ahí, que les gusta vernos sonreír y que el día que por un tropezón tonto caigamos en un charco nos prestarán su ayuda en forma de toalla. Por desgracia, a menudo nos olvidamos de hacer esos gestos, tan liados como andamos entre las clases, los ensayos y los trabajos.

Afortunadamente, a veces se presentan excusas perfectas para no olvidarse de estas cosas. No se trata de decir que hoy te quiero más porque es tu cumpleaños, sino de darme con la palma de la mano en la frente y caer en la cuenta de que hace tiempo que no te lo digo.

Felicidades, o mejor aun, felicidad para ti. Te la ganas día a día.

1 Comments:

Blogger Bridget said...

No tengo palabras. ¿Soy muda? Soy muda emocional desde que tengo a mi alrededor gente tan maravillosa que las palabras suenan a poco.

11:17 a. m.  

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